La Pradera de los Siete Picos (Guadarrama)
Parece que todos los montes son
iguales, pero no. Sólo el que los mira desde lejos puede pensar eso, porque
cuando nos acercamos, los pisamos, tocamos y sentimos nos damos cuenta de que
cada uno tiene su personalidad, su carácter.
Y esto lo saco a cuento porque
acostumbrado a los montes mediterráneos, encontrarse en plena sierra de
Guadarrama, por lo alto del puerto de Navacerrada, es una experiencia
completamente diferente en lo visual, en los aromas (incluido el tema de las
vacas), y en la textura de misma tierra que vamos pisando (y aquí también
podemos incluir a las vacas, claro). Bromas aparte, es una montaña y es un
bosque muy diferente a los que uno está acostumbrado.
Lo primero que llama la
atención es la roca granítica, con sus formas redondeadas por la erosión y su
extraordinaria adherencia. El tipo de vegetación también difiera, lógicamente
adaptada a estos suelos muy distintos los suelos calizos de las sierras
valencianas.
La ruta que presento ahora es algo más que paseo, en todo caso un paseo muy (muy) agradable. Partiendo de mismo puerto de Navacerrada, tomamos la carretera asfaltada que se dirige en dirección noroeste al observatorio meteorológico. Al llegar a la valla de entrada al recinto, giramos a la izquierda dejando el asfalto y tomamos la senda que se dirige hacia el SW conocida como el camino Schmidt.
Sin embargo,
la dejamos a apenas unos 20 metros de haber comenzado, para tomas una senda
lateral, por la izquierda, que al principio va paralela pero que mantiene
la altura, mientras el camino Schmidt baja claramente. La senda que tomamos se
conoce como senda de los Herreros (aunque ese nombre no aparece por allí en ningún
lado).
Unos 2,5 km desde el inicio del
camino, éste gira bruscamente a la izquierda para buscar el collado y la
Pradera de los Siete Picos. Yo seguí un poco más por una continuación del
sendero, para después retroceder un poco más alto a buscar el mismo camino de la
Pradera.
El regreso lo hice por el alto,
atravesando la Pradera de los Siete Picos en dirección al Alto del Telégrafo
(un hermoso caos de rocas graníticas) hasta llegar a las cabeceras de los
telesillas. Desde allí bajé por la misma pista de esquí que había cruzado al
inicio de la ruta para retomar la senda de los Herreros y regresar a puerto de
Navacerrada.
En total algo más de 6 km de
caminata y una intensa sensación de haber recargado las pilas (que falta les
hace).
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