Abrigos de Agua Amarga

Agua Amarga, en Almería, es una localidad costera y un importante destino turístico, no para turismo masivo, pero si para gente amante de la naturaleza y una cierta tranquilidad.


Lo más llamativo de Agua Amarga es la playa, una bahía constituye todo el frente marítimo de la población, formada por la desembocadura de una de esas ramblas que no suelen llevar agua, y que cuando la llevan uno preferiría que estuvieran secas.


Como cada uno tiene sus manías (o gustos), voy a comentar aquí unos abrigos que visitamos durante unos días de descanso en la localidad. 

El primero, o mejor dicho los primeros, se encuentra sobre la misma playa, en el extremo oeste de la misma y a media altura del pequeño cantil que la cierra por ese lado.



Se trata de un grupo de cavidades artificiales (quizás unas 8), parcialmente destruidas por el retroceso del cantil, que ha hecho desaparecer las fachadas (si es que las hubo) y dejando a la vista el interior de las cuevas, con sus dependencias y sus acondicionamientos (sobre todo nichos para despensas, estanterías y puntos de luz). Las cavidades se han excavado en una arenisca poco consistente, lo que ha facilitado el desplome de parte del conjunto.


Seguramente eran las viviendas de los pescadores, pues su ubicación es ideal para ello: junto a la playa, a unos 6 metros de altura para estar a salvo de temporales y orientadas a levante para evitar los calores de la tarde. Además, en la base del cantil, se aprecian los restos de otras oquedades tal vez empleadas como refugio para las embarcaciones, pues están a nivel de playa. 

Ningún resto queda en ellas (están muy accesibles) que permita hacer un intento de datación. En todo caso se encuadran dentro de la gran cultura de cuevas vivienda presente en todo el SE de la península Ibérica, y que con unos orígenes inciertos se ha mantenido viva hasta nuestros días (bien es cierto que en importante retroceso en los últimos cuarenta años).



El otro abrigo del que vamos a hablar es un abrigo natural, con algún acondicionamiento hecho por el hombre. Se encuentra en la margen derecha de una de las ramblas que convergen hacia Agua Amarga, y es visible desde la carretera de acceso. Desde ésta hay que tomar una pista de tierra como medio kilómetro para aproximarnos a abrupta ladera izquierda de la rambla, junto en un meandro que gira casi 180º para dirigirse hacia la población.





Se trata de un abrigo de pastores, en desuso como tantos otros por toda nuestra geografía, al que se añadió un muro de piedra a seco para proteger y contener al ganado. El material en que se abre es el mismo que el de las cuevas vivienda arriba comentadas, una arenisca poco cementada, que ha facilitado la erosión y ha generado unas formas bastante curiosas. 

Algunos restos de material de construcción y botellas nos cuentan que el lugar ha sido empleado para organizar alguna fiesta etílica en los últimos años.


Ojalá que el crecimiento urbano no comprometa la existencia de la cavidad y que el civismo de los visitantes permita su conservación, pues es parte de ese patrimonio del que aquí hemos hablado en alguna ocasión, testigo de una sociedad ya ida, pero que aún no resulta tan lejana como para ser valorada en determinados círculos. La diferencia entre lo viejo y lo antiguo.


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