Entradas

Mostrando entradas de 2012

El cinto de la Ventana (o paseando por el infierno)

Imagen
Este verano de 2012 será recordado como el de los dos grandes incendios (simultáneos) en la Comunidad Valenciana. Uno afectando la zona de la Hoya de Buñol y el otro la Sierra Calderona. La tragedia que ambos han supuesto para nuestro sufrido medio ambiente resulta difícil de describir, por no hablar de las vidas que se perdieron. Entre los dos más de 50000 (cincuenta mil) hectáreas arrasadas son una cifra que escalofría. Para ponerla en contexto en una página como esta, en la que el andar es clave, diríamos que si esa superficie fuera un círculo tardaríamos en atravesarlo más de seis horas y más de dieciocho en recorrer su perímetro. Seis horas de un paisaje negro, sofocante incluso meses después, poblado de esqueletos vegetales carbonizados y de rocas que se han partido como consecuencia del calor. Y sin embargo, la vida sigue. Y con todo el dolor hemos de seguir yendo a esos lugares, pues incluso ahora en ellos hay sitios que merecen ser visitados, rincones que se han salvado,

El faro de Cíes

Imagen
Las Islas Cíes son un pequeño archipiélago situado en la entrada de la ría de Vigo, tres islas que por su tamaño pasarían desapercibidas pero que por su belleza y valores naturales forman el núcleo del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Su visita está regulada y los recorridos que se pueden hacer por ellas también, como ocurre en todos los Parques Naturales. Ello no quita para merezcan un visita y la consideración de quienes gustan de caminar en la naturaleza. Hay cuatro rutas señalizadas en la Isla Faro, que es la que se visita. Bueno, en realidad se visita el  conjunto formado por la isla de Faro y la isla de Monteagudo, ambas unidas por un istmo de arena (la playa de Rodas) y un dique artificial. La otra isla, San Martiño, es visitable pero hace falta ir en embarcación privada y además solicitar permiso. El acceso a las islas no es complicado. Desde varios puertos de la zona (Vigo, Cangas...) salen barcos con mucha frecuencia y en media hora larga se alcanza la isl

El castro de Baroña y los petroglifos de A Gurita

Imagen
Nadie va a estas alturas a descubrir los atractivos de las Rías Baixas, pero eso no impide hablar de ellos. Así pues, en estas líneas voy a hablar de un par de sitios, relacionados por dos cosas: su interés arqueológico y su proximidad a la localidad de Porto do Son. De hecho están muy próximos, en línea recta apenas les separan kilómetro y medio, pero pueden estar separados por mil años de historia. El primero es el castro de Baroña, un poblado que estuvo ocupado en los siglos I aC a I dC. El castro está en una pequeña península unida a tierra por un istmo de roca y arena. El siguiente montaje muestra el conjunto descrito. El acceso al poblado es sencillo, desde la carretera de la costa, al oeste de Porto do Son, arranca un camino señalizado que atravesando el bosque lleva a la costa y al poblado. El camino en sí ya es interesante, pues en algunos tramos aparecen sobre la roca las huellas de desgaste causadas por las ruedas de los carros, que iban al castro, pues esas marcas ll

La travesía del Valle de los Trillos

Imagen
Entre las muchas zonas de la Cordillera Cantábrica que merecen ser visitadas y recorridas, la zona del Parque del Alto Asón, en las proximidades de Arredondo y Ramales de la Victoria, es sin duda una a considerar. Tenemos allí los macizos del Porracolina y San Vicente, separados por el profundo valle del Asón. El más oriental de los dos, el de San Vicente incluye el pico del Hornijo, que forma una pequeña sierra, con alturas moderadas (hasta los 1400 metros), pero al que la naturaleza caliza del terreno y los pronunciados procesos de karstificación que allí se han desarrollado, le dan una dureza que sólo los visitantes de los altos terrenos calizos entienden. El Hornijo es atravesado por un valle fósil, reliquia de un sistema fluvial desaparecido y testigo de los procesos glaciares del cuaternario. Es el valle de los Trillos. Precisamente por ese valle transcurre el recorrido que ahora comento, desde la localidad de Astrana, en el valle del Soba, hasta la de Riba, ya en el valle de

Juan González - Barco Hundido

Imagen
Queda raro el nombre de este artículo, pero no es ni un invento ni un error: es el nombre de una playa de Cuba. Más concretamente es una playa, una pequeña cala, situada unos 20 km al oeste de Santiago de Cuba. El acceso a la playa no tiene ningún misterio, basta tomar la carretera de la costa, carretera de Granma, que va entre la Sierra Maestra y el mar Caribe. Tras dejar la zona portuaria de Santiago, la carretera se va internando en zonas menos pobladas (nunca sin gente, siempre hay alguien andando por la vía) y se sitúa junto al mar. La mayor parte de la costa es abrupta, hay pocas zonas de playa (los de la zona dicen que son mejores la playas de la costa norte que las de esta costa sur de la isla), pero son más bien costas rocosas que acantilados, pues las alturas no son grandes. Una primera playa, en una cala llamada Bueycabón (así, sin  la 'r') nos tienta con una baño en sus aguas cálidas. La carretera se aleja momentáneamente de la costa para salvar un cerro y cuando

Otra vez la cueva del Escalón

No es que haya vuelto a esta cueva, aunque la verdad es que si que me apetece para ver alguna de las zonas que se quedaron sin ver hace unos meses. Lo que aquí pongo es una prueba de vídeo sobre una presentación hecha con Prezi, a partir de la topo de la cueva y de las fotos que de ella tomé. Nunca había colgado un vídeo, así que esto tiene un componente de ensayo. A ver... Bueno, ya está visto, y la calidad con la que se sube el vídeo deja mucho que desear, así que recomiendo no  ponerlo en pantalla completa. ¡Es la vida!

Los abrigos del río de los Santos (Alcudia de Crespins)

Imagen
El río de los Santos, discurre por el término de Alcudia de Crespins, tras nacer en el manantial de los Santos. El nombre le viene seguramente de una ermita (hoy desaparecida) dedicada los Santos de la Piedra, San Abdón y San Senen. A partir del manantial, el río recorre un valle bastante angosto, con unas laderas empinadas que terminan en pequeños farallones en ambas márgenes, aunque no siempre se corresponden los de las dos vertientes, con lo que no llega a tener aspecto de cañón, ni mucho menos. La zona está poblada desde muy antiguo, y por la zona hay restos desde la época ibérica, que no han proporcionado nada espectacular, pero si datos valiosos. Hoy el valle está afeado por el viaducto de la autopista que lo atraviesa como un kilómetro aguas abajo del manantial, que también ha sido modificado artificialmente. En ambos márgenes hay pequeños abrigos, situados en la base de los farallones antes mencionados. Bajo el viaducto de la autopista, en la margen izquierda, está el abri