Por el río Serpis

 

El río Serpis, que desemboca justo al sur del puerto de Gandía convertido en una mansa y no muy abundante corriente de agua, tiene un tramo de cauce en que se abre paso a viva fuerza entre el macizo de la Safor y el de la Cuta, creando un paisaje que merece la pena ser recorrido.

Además, por ese valle circuló hasta los años 60 del siglo pasado un tren, conocido como el Trenet dels Anglesos, que unía Alcoi y su zona industrial con el puerto de Gandía, y es por esa vía abandonada, convertida en 'vía verde', por donde se puede realizar el recorrido con mucha comodidad. Para andar, o para bicicleta, resulta un recorrido muy agradable y que no permite disfrutar de unas vistas espectaculares.

 El puente desaparecido

Aunque hay dos formas de acceder al valle, la que voy a contar aquí es, a mi modo de ver, la mejor. Desde Villalonga hay que remontar el trazado de la antigua vía de tren, buscando la margen izquierda del río Serpis. Ese trazado nos lleva a un puente sobre el río que ha desaparecido, desmantelado cuando la vía dejó de funcionar. En esa zona se pueden dejar los coches. Un poco aguas abajo de donde estuvo el puente, unos grandes tubos (conocidos como "los tubos rojos") que son parte de una conducción de agua ya en desuso, cruzan el río y se han convertido en el puente por el que atravesar a la margen derecha del río para después retomar al trazado de la vía férrea. El otro acceso implica seguir con el coche el camino de la Reprimala, subir a la base del circo de la Safor y bajar con el coche hasta alcanzar la antigua vía del tren. Equivale a ahorrar el primer kilómetro de recorrido, a cambio de hacer unos tres km en coche. No tengo claro si ahora esa pista está autorizada, pero antes era de acceso libre y en esta excursión (marzo 2023) nos cruzamos con un par de coches, o sea que puede que aún esté abierta esta posibilidad.

 Los tubos rojos

Cruzados los tubos, el sendero nos permite regresar al ya casi horizontal trazado de la vía. En realidad, no es horizontal, si no que va en ascenso casi continuo, pero se trata de una pendiente ferroviaria, muy suave, que no transmite sensación de estar ascendiendo más que a largo plazo.

La ruta atraviesa varios túneles. El primero y el más largo de ellos requiere de manera casi imprescindible llevar linterna. Este túnel presenta tres o cuatro aberturas laterales (usadas para la extracción de escombros durante la construcción), que nos permiten asomarnos a uno de los tramos más agrestes del río.


El camino va manteniendo la altura respecto al cauce, y sólo lo alcanza el punto en que la vía cruzaba el río, donde nuevamente el puente se desmanteló y ahora se cruza por un vado (este punto está a unos seis km de recorrido).


Detalles de interés son dos meandros abandonados. El primero de ellos (en el sentido de la ruta) queda definido por un punto en el que el río se divide en dos brazos. La mayor parte del agua circula por el brazo más abierto, que además queda a un nivel inferior. El brazo más corto del meandro, activo sólo cuando el caudal es suficiente, mantiene el nivel y se une al otro en un pequeño resalto.

 Salida del tercer túnel

El segundo meandro abandonado es un ejemplo de libro. La curva más amplia quedó abandonada hace mucho y el brazo corto se ha profundizado desde entonces, con lo cual el brazo antiguo está totalmente abandonado, e incluso si la memoria no me falla llegó a estar cultivado hace unos años.

El regreso hay que hacerlo por el mismo camino, y aunque no lo parezca el ir cuesta abajo se acaba notando en el ritmo de la caminata.

Más datos del recorrido en https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/riu-serpis-129512655

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