Alrededores de Jérica

Hay sitios a los que uno puede haber ido cien veces y que siempre tienen alguna sorpresa, algún rincón que descubrir y disfrutar. Jérica es uno de esos.

En esta ocasión hicimos una ruta que, partiendo de la fuente de Randurías, nos lleva a cruzar el río Palancia, remontar la ladera encontrando una serie de trincheras de la guerra civil, hasta alcanzar la cima del acantilado que forma la hoz del Palancia. Recorreremos esa cresta y bajaremos después para volver al punto de partida por la senda conocida como vuelta de la Hoz.

Así pues, tras dejar el coche cerca de la fuente de Randurías, cruzaremos el río por el puente Novales y girando a la derecha por la carretera seguiremos unos cien metros hasta sale por la izquierda una senda claramente visible.



Rápidamente aquello se convierte en un trepada casi en línea recta, pues la senda se desdobla en tantas trochas que al final hay que 'tirar para arriba'. Por el camino encontramos un par de líneas de trincheras, con alguna casamata medio reconstruida. Parece ser que se trata de inicio de una red de defensas muy larga, y fue construida por el ejército de la República para detener el avance nacional durante las fases finales de la batalla de Levante.



Superada la zona de trincheras, seguimos subiendo, dejando a la izquierda un gran espolón rocoso, hasta que alcanzamos una senda que supera dicho espolón. Un poco más de subida, ya más suave, y tenemos las primeras vistas sobre la Hoz, el cauce al Palancia, Jérica y en la distancia Viver el puerto del Ragudo.



El camino continúa siguiendo más o menos el perfil del cantil, del que se aleja en algunos momentos para después llevarnos de nuevo a unas vistas vertiginosas. Seguimos así durante un kilómetro aproximadamente hasta que comenzamos a bajar un poco para atravesar el barranco del Roquetillo. Justo al comenzar la bajada, sala una sentida a la izquierda que nos lleva a la pequeña cueva de Rupilla. Se trata de una cavidad, más abrigo que cueva, con una boca grande (ancho 2 m, alto 7 m) entre estratos que seguramente es fruto de la erosión del algún desaparecido cauce subterráneo. Su profundidad no pasará de los 15 metros.



Tras regresar a la senda principal y cruzar el barranco, volvemos a colocarnos por momentos en el borde del cantil. Paralelas a él aparecen una serie de grietas, técnicamente diaclasas de descompresión, formadas al fracturarse la roca cercana al cortado que queda sin apoyo por ese lado. Hay quien las confunde con trincheras excavadas en la roca, pero no tienen nada que ver.

A poco nos alejamos del cortado para ir a buscar el camino de la Muela, a tramos asfaltado. Podemos seguirlo hasta llegar al fondo del valle, para ir a buscar el puente de Navarsa. Nosotros lo que hicimos fue dejar el camino asfaltado a la altura de un corral, después de una curva a la derecha muy pronunciada, y tomar una senda que, por encima de los corrales, nos bajará hasta el puente. 

Antes de cruzar el puente, que nos llevaría a entrar en la población, tomamos a la izquierda la senda/paseo de la Hoz, que nos lleva en un agradable pase hasta el coche. Junto a la fuente Randurías hay un restaurante del mismo nombre, que es bueno para comer al acabar la ruta, pero que no ofrecen el almorsaret, que hay que hacerlo antes en otro sitio (p.ej. en la calle de la estación, en el centro de Jérica).

Más datos en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/jerica-la-hoz-152968194


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