La Cueva de las Ventanas

Aunque tenga el nombre de cueva, en realidad la cavidad protagonista de estas notas es un abrigo. Su nombre le viene dado por su estructura, como ahora se verá.

La cavidad se encuentra situada en el valle del río Ludey, afluente del  Cazuma o Cazunta, en el término de Bicorp, a unos dos km. de la confluencia de ambos. El río forma en este tramo un pequeño cañón, cuya margen derecha es un acantilado de entre 6 y veinte metros de altura, y la izquierda una escarpada pendiente, que a tramos también se convierte en acantilado. 


El agua discurre formando una sucesión de pequeñas pozas. Es una corriente de carácter permanente (incluso en los meses de estiaje, el río está activo). Un sendero de pequeño recorrido, balizado en amarillo y blanco, discurre por el mismo cauce, pasando bajo la boca de la Cueva de las Ventanas.


El acceso a la cueva se realiza sobrepasándola unos metros y remontando a través de la espesa vegetación unos metros, por una vaguada casi paralela al río.


El conjunto de esta cueva, es un abrigo con dos grandes bocas opuestas, (sobre el río Ludey) orientadas aproximadamente a norte una de ellas, que cae a un cortado  y la otra al  sur, dando a una pequeña vaguada que baja hacia el río. Ambas bocas están separadas por poco más de 5 metros.



La cavidad está dividida por dos pilares naturales que forman a modo de tres ventanas, lo cual sin duda está en el origen del nombre de la cueva.


Por el lado del río, la cueva da a un cortado de unos ocho metros, que la convierte en una especie de balcón sobre el cauce. Tanto por esta parte  como por la otra, un muro de cierre de mampostería irregular denota su antiguo uso como corraliza. Sin embargo debe hacer tiempo que se abandonó ese tipo de utilización, pues los pocos restos de excrementos que hay son más debidos animales silvestres que ocasionalmente acceden al abrigo que a la presencia regular de ganado.


Los techos oscilan entre los más de dos metros de altura en la ‘ventanas’ laterales y los 0.80 metros en la ‘ventana’ central.


Por el lado del río, el suelo ha sido rellenado para formar una superficie plana y está recubierto con una especie de pavimento formado por una serie de losas de piedra planas.


Y para completar la información que se tenga una mejor idea de cómo es el abrigo, nada mejor que la topografía, en la que la mano de Toni Fornes se nota una vez más.






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