El Circo de Gavarnie

Descubrir el Pirineo es como descubrir el agua tibia, y a pesar de todo en Pirineos hay tanto, que no se termina nunca de descubrir, o de re-descubrir, mil lugares que uno no entiende cómo no los ha visitado antes.

El verano de 2016 ha sido entre otras un verano para asomarse a la alta montaña pirenaica, y en concreto a lo que podríamos decir su centro: el macizo de Monte Perdido. Pero lo hemos hecho desde la parte francesa, metiéndonos debajo mismo de las cumbres de 3000 metros, aprovechando el valle de Gavarnie, que hemos remontado hasta la base de la cascada.

En esta ocasión pernoctamos en el camping que hay a la salida de la población de Gavarnie, ya iniciando la ruta hacia el Circo del mismo nombre. El camping es muy básico, pero su ubicación compensa las pequeñas incomodidades. Además, permite iniciar temprano la subida hacia el Circo, cosa que en agosto es fundamental para evitar el gentío que visita estos lugares.


Para ir hacia el circo y la cascada remontamos simplemente el valle, siguiendo un cómodo sendero que al principio va junto al río, y del que nunca se aleja más de lo necesario para ir remontando el valle y esquivando las zonas de rápidos y cascadas que de cuando en cuando se suceden conforme vamos yendo hacia la zona alta.


Por fin vemos las cascada en toda su enormidad (según dicen la más alta de Europa). La pedrera que lleva a su base parece poblada de hormigas... que resultan ser los caminantes, diminutos ante las dimensiones del lugar.

En el circo hay varias cascadas, y cada una de ellas sería impresionante, si no estuviera todo dominado por la gran cascada más de 400 metros de desnivel, cayendo desde los picos de tres mil metros de altura, y desde  los neveros que incluso en agosto se mantienen.

La vista se llena con tanta luz, con el paisaje de roca pura, y uno se pregunta por qué no se viene aquí todos los años a cargar pilas...

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